lunes, 24 de noviembre de 2025

CRISTO REY

Jesús es un rey diferente: no domina con poder, sino que ofrece un modelo de justicia, paz y fraternidad, invitando a cada persona a construir un mundo más humano desde el Evangelio.
Cristo Rey cierra el año litúrgico como proclamación del reino de Jesucristo, basado en el amor y el servicio.
El trono de Cristo es la cruz y su corona es de espinas: su realeza se entiende desde la entrega total y el amor redentor, no desde el poder social, económico o político...
  
El símbolo central es la invitación a dejar que Cristo reine en el corazón personal y construir juntos, desde ahí, una cultura de justicia, fraternidad y paz.
En muchos lugares han unido la Jornada Mundial de la Juventud Diocesana con la fiesta de Cristo Rey, enfocando la celebración como llamada a los jóvenes para que sean protagonistas de la fe y agentes de transformación social. 
Acoger y acompañar en el seguimiento a Jesús como verdadera novedad y esperanza para el mundo, haciendo realidad los valores del Reino: solidaridad, dignidad de la persona, defensa de la justicia, cuidado de la creación y compromiso activo y experimentando la fe como algo alegre y vivo, no solo como tradición o doctrina. 
Jesús es un Rey que acompaña, comprende los sueños y retos juveniles, y los invita a ser protagonistas del cambio, soñando y actuando en grande, propone a los jóvenes que permitan a Cristo reinar en su vida desde la libertad, la esperanza y la entrega a los demás, siendo portadores de luz y esperanza en la sociedad contemporánea y en su vida cotidiana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Revisa la redacción y la ortografía antes de publicar tu comentario.