Parecía que no iba a llegar nunca, pero todo tiene su tiempo y una vez más, todo llega cuando tiene que llegar y nuestras prisas no sirven de mucho... la paciencia todo lo alcanza.
No hemos podido añadir ni quitar un minuto al tiempo del curso que acaba, no se si hemos conseguido aprovechar cada minuto y cada situación, lo que si sé es que el curso termina y cerramos por vacaciones, con la sensación del deber cumplido, con satisfacción y con cierto cansancio.
Ya vamos recogiendo propuestas de mejora para el próximo curso, intentando conjugar la diversidad de intereses, los temas tabú, los temas conocidos con mayor profundidad, las dinámicas de clase participativas, reflexivas y serenas que nos ayuden para la vida de cada día.
He recibido elogios y críticas... transcribiré algunas de esas que llegan hasta el fondo y que confirman la vocación de ser maestra, enseñar y aprender con adolescentes.
Una etapa en la que van configurando su personalidad, sus creencias, su forma de posicionarse en el mundo a pesar de las influencias y a veces a "contracorriente" aunque no sea fácil... y acompañar esa evolución desde el aula es un reto y una responsabilidad, supone escuchar y acompañar, favorecer la autoestima y la aceptación, fomentar valores como la confianza, la libertad y el respeto...
El próximo curso seguiremos... Os regalo un poema. FELIZ VERANO
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