Antecedentes:
El Día Escolar de la Noviolencia y la Paz, se celebra el 30 de enero de cada año conmemorando la muerte del líder nacional y espiritual de la India, el Mahatma Gandhi, el 30 de Enero de 1948. Natural de la India, Gandhi dedicó gran parte de su vida a la lucha a favor de los derechos de las personas y los pueblos, siempre a través de acciones pacíficas, basadas en la no violencia.
En 1948 Gandhi moría asesinado, víctima del enfrentamiento entre musulmanes e hindúes que vivía su país. Su figura, seguida por millones de personas, ha continuado creciendo hasta llegar hasta nuestros días como el máximo exponente del pacifismo mundial. Desde 1964, gracias al inspector de enseñanza andaluz Lorenzo Vidal, se celebra en España el Día Escolar de la No Violencia y la Paz (DENYP, reconocido por la Unesco en 1993).
Se trata de una jornada educativa, en la que se recuerda la necesidad de la educación para la tolerancia, la solidaridad, el respeto a los Derechos Humanos, la no violencia y la paz. El lema de este día es: ‘amor universal, no-violencia y paz. El amor universal es mejor que el egoísmo, la no- violencia es mejor que la violencia y la paz es mejor que la guerra.
Manifiesto DENYP 2024
El alumnado y profesorado del IES Murillo queremos hacer público nuestro compromiso por la paz con esta celebración del Día Escolar de la No Violencia y la Paz, manifestando nuestro rechazo a cualquier forma de violencia.
Cuando hablamos de paz pensamos en el respeto, el amor, la esperanza y la igualdad. La libertad sin importar las razas, la diversidad o la situación socioeconómica de las personas.
Sin embargo, en el mundo hay muchas situaciones de violencia que sufren millones de personas, aunque en la mayoría de los casos no salen en los medios de comunicación.
Todos los días hay miles de víctimas (25.000) por causas relacionadas con el hambre. Como si todos los días cayeran más de 8 veces las Torres Gemelas.
Queremos recordar hoy aquí, especialmente, la situación de desprotección en la que viven millones de personas en todo el mundo.
Actualmente existen cerca de 30 conflictos “enquistados”; es decir, conflictos de larga duración, cuya resolución es compleja y difícil, en los que la población civil, y especialmente las mujeres y las niñas, se llevan la peor parte.
En la mayoría de estos conflictos se cometen terribles atrocidades contra la población civil, por parte tanto de gobiernos como de guerrillas o fuerzas irregulares.
La escalada de la violencia en los conflictos a menudo provoca que infraestructuras civiles como hospitales, clínicas y escuelas se conviertan en objetivos, privando a la población de acceso a servicios básicos y fundamentales.
Son frecuentes los secuestros, la separación y división de familias. Los niños permanecen en una situación especialmente vulnerable, bajo la amenaza de ser raptados y obligados a combatir, mientras que las niñas son muchas veces forzadas a ejercer la prostitución.
En muchos casos, sobre todo en situaciones de violencia política en la que se mezclan componentes étnicos o religiosos, la población civil no es sólo víctima fortuita de los conflictos, sino su objetivo.
A todos nos vendrá a la mente el horror de los conflictos mediáticos como el de Israel y Palestina o Ucrania, pero debemos tener presente también los otros 28 conflictos bélicos abiertos que no salen ahora en los medios de comunicación.
Por todo ello, pedimos a los gobiernos de estos países y a la comunidad internacional que se responsabilicen de garantizar la seguridad de la población civil que se encuentra en esta situación de vulnerabilidad.
Estamos convencidos de que es posible construir la paz desde el diálogo, el respeto y la equidad y NOSOTROS Y NOSOTRAS nos comprometemos a trabajar por ella desde nuestro vivir de cada día.
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