Desde la experiencia de salir de casa y abandonar tierra y familia, viajar a un destino desconocido en unas condiciones extremas, seguir el camino, vivir escondidos, sentir la discriminación, el miedo, la posibilidad de que te arrebaten la vida y la realidad de amigos que se quedan en el camino buscando un sueño... Conoce, valora y agradece. Piensa, siente y reflexiona.
LA HISTORIA DE YAMAL, KONÉ, SANI Y MUCHOS MÁS…
He querido empezar con estas tres imágenes de las tres historias protagonistas que cuenta el documental, ya que el mensaje que más me ha impactado es el final de Sani, en la clase. Estas personas, los inmigrantes, no son sólo eso: son historias, son familia, son nombres, son viajes y son, aunque a veces se nos olvide, personas al igual que nosotros.
Por tanto, qué menos que tener presente sus imágenes para recordar de quienes estamos hablando, y no sólo ponerle etiquetas.
Me ha gustado mucho esta actividad de clase, porque, como ya he comentado en otros diarios reflexivos, me parece fundamental la misión que se proponen: concienciar a los jóvenes de qué es lo que está pasando, y darnos la oportunidad de conocer su historia. Sin embargo, no creo que sea una tarea cuyo peso tengan que soportar ellos solos, sino que debemos contribuir todos con nuestro pequeño granito de arena. Y ese granito son acciones como esta, proponer ver este documental en clase. Puede ser que ver un documental en clase no cambie significativamente el problema , pero el hecho de hacer este documental para que el mundo conozca estas historias ya es un paso gigante. No lo veremos sólo en nuestra clase. Lo verán miles de personas, miles de jóvenes que, gracias a él, se plantearán por qué tiene que ser así si está en nuestra mano cambiar las cosas. Quizá no sea pronto, ni fácil, pero no depende de nadie más que de nosotros, y este es el principio del largo camino que todavía nos queda por recorrer.
Tuve que terminar el documental en casa debido al confinamiento, y si es verdad que así estás más concentrada y te emocionas más. Me hubiera gustado tener a alguno en clase para que también nos pudiera contar la historia de su vida, al igual que me gustaría que otros vinieran. Sin embargo, a la vez, me da impotencia y frustración que sea necesario todavía todo esto, incluso hacer un documental, para que podamos ver con otros ojos a gente que no son más que personas luchando por una vida mejor, como haríamos cualquiera de nosotros. Quiero compartir sus historias, pero desearía que nunca hubieran sido así.
Las historias de Yamal, Koné y Sani son un ejemplo de superación y lucha que pocos conocen. Demuestran la fuerza que puede tener la voluntad y esperanza al luchar por algo, y sirve para relativizar los problemas que muchos de nosotros tenemos. El estrés por el examen de matemáticas no es nada comparado con lo que ellos viven.
Animaría a todo el mundo a verlo para al fin conseguir un mundo en el que reine la libertad.
Boza.
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