San Benito en el siglo V, escribió una Regla para los monjes. Es patrono de Europa y viene bien recordar algunas claves para la reflexión.
Así describe las actitudes y aptitudes del electo cillerero (encargado de administrar los bienes materiales del monasterio):
- “Se elegirá de entre la comunidad uno que sea sensato, de buenas costumbres, sobrio, de no mucho comer, ni altivo, ni perturbador, ni injusto, ni torpe, ni derrochador, sino temeroso de Dios, que sea como un padre para toda la comunidad. Estará al cuidado de todo. No hará nada sin orden del abad. Cumplirá lo mandado. No contristará a los hermanos; si por ventura algún hermano le pide una cosa poco razonable, no le contriste despreciándole, sino que dándole razón de ello con humildad, la niegue a quien se la pide indebidamente.”
Petición Papa Francisco:
- “Pido a Dios que crezca el número de políticos capaces de entrar en un auténtico diálogo que se oriente eficazmente a sanar las raíces profundas y no la apariencia de los males de nuestro mundo!... ¡Ruego al Señor que nos regale más políticos a quienes les duela la sociedad, el pueblo, la vida de los pobres!
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