NO MÁS MUERTES
Casi un centenar de inmigrantes mueren de cansancio y sed en el desierto de Níger.
“Estaban esparcidos en un radio de 20 kilómetros, en pequeños grupos, a
menudo debajo de árboles o bajo el sol. Algunas veces había madres
abrazando a niños, pero otros niños estaban solos”. 52 niños, 33 mujeres
y siete hombres habían muerto deshidratados, apenas habían recorrido
190 kilómetros en su camino hacia Europa y ni siquiera pudieron
abandonar su país. Leer más.
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