La Misa del Jueves Santo del Papa Francisco en una prisión en Roma fue más que un evento para los reclusos, fue una señal de que, si bien se consideran invisibles para el mundo exterior, no habían sido olvidados.
Si quieres leer el texto de la homilía entra en este enlace.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Revisa la redacción y la ortografía antes de publicar tu comentario.