viernes, 1 de noviembre de 2013

NO MÁS MUERTES

Casi un centenar de inmigrantes mueren de cansancio y sed en el desierto de Níger.

 “Cuando llegamos, los cuerpos estaban descompuestos, fue horrible”, recuerda por teléfono Mustafá Alhacen, un hombre impactado por haber formado parte del grupo de voluntarios y soldados del Ejército de Níger que anteayer halló en el desierto, a 10 kilómetros de la frontera meridional de Argelia, 92 cadáveres de inmigrantes

“Estaban esparcidos en un radio de 20 kilómetros, en pequeños grupos, a menudo debajo de árboles o bajo el sol. Algunas veces había madres abrazando a niños, pero otros niños estaban solos”. 52 niños, 33 mujeres y siete hombres habían muerto deshidratados, apenas habían recorrido 190 kilómetros en su camino hacia Europa y ni siquiera pudieron abandonar su país. Leer más.

 

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